Por: Daniela Sánchez P
El mundo está cambiando y generalmente nosotros cambiamos con él, cada cosa que hagamos está influenciada por el mundo exterior y los códigos que hemos aprendido a lo largo de nuestras vidas. En la actualidad no solo nos guiamos por los códigos sociales, sino también por los tecnologicos, específicamente por los de la red.
Sin embargo, esto no quiere decir que todos actuemos y nos guiemos por el mismo código de valores, pues aunque en términos disímiles somos parte de una masa, también somos individuos, con vivencias y pensamientos propios, que hemos construidos a partir de las vivencias particulares.
¿A dónde quiero llegar con todo esto?
Sencillo, que la tecnología y el internet no nos llego a todos de la misma manera hubo unos que nacimos inmersos en ella y otros tantos que se desarrollaron y la adaptaron a sus vidas.
En el texto de Nativos Digitales: Dieta cognitiva, inteligencia colectiva y arquitecturas de participación escrito por Alejandro Piscitelli, el Ing. Ernesto Van Peborgh, hace una simple pero adecuada apreciación: “Yo creo que nativos digitales los define porque nacieron en esa época pero creo que si uno pone un poco de esfuerzo quizás no le pongan la cucarda de nativos pero sí probablemente pueda ser un colono que pueda cohabitar el mundo de los nativos digitales”.
Y si recibimos este fenómeno de manera diferente es más que normal que lo asumamos de formas diferentes, sin embargo, hay un factor común entre estas dos “generaciones” y es que ambos habitamos en el mismo espacio digitalizado y no podemos separarnos de él y como no podemos separarnos de él, tendremos que sacarle partido de la mejor manera.
Para el caso de la red, donde se reúnen colonos y nativos, el activismo a través de internet, toma un matiz my interesante si vemos que llega a ambas generaciones por igual, y que las movilizaciónes en el ciberespacio son hechas para esa masa de cibernautas que posiblemente se interesen y apoyen determinada causa, pero lo más interesante no es eso, sino como lo nativos digitales son los precursores de los cambios en la sociedad e incitan a los colonos a que lo sean, creando así pequeñas revoluciones en todo el mundo.
El caso que mejor ilustra lo dicho en el párrafo anterior es el ejemplo que nos da Ing. Ernesto Van Peborgh en el texto de Alejandro Piscitelli:”María Jesús Sanhueza, una joven chilena llamada del grupo “de los pingüinos” que puso en jaque en 2007 al gobierno de Michelle Bachelet. ¿Qué hacía?: A través de SMS, Messenger, 300 mil jóvenes chilenos decidían si iban al colegio al día siguiente o no, se inicia un plan donde cinco mil jóvenes coparon el senado y sacaron a los senadores y diputados. Se organizaban y decidían en red. Cuando le preguntaron por qué pasó eso, por qué nadie lo vio venir, dijo “porque los viejos políticos solamente utilizan Internet para mirar minas en bolas”.
Reflexiones como estas nos encontramos día a día en internet, depende de nosotros cuales interiorizamos en nuestras vidas, pero más que apropiarnos de ellas sería más pertinente hablar de cuales proponemos, pues la fuerza que hoy mueve a uno, tal vez mañana impulse a una mayoría.
